Mi blog ha ido tomando forma con el paso del tiempo. Al principio me bloqueaba muchísimo, pensando cómo enfocarlo, cuántas veces tendría que actualizar o sobre qué hablar. Los primeros posts fueron poemas, traducciones de canciones que me gustaban y misticismos por el estilo para que cada uno los interpretara a su manera. Fue justo tras las vacaciones de verano cuando esto cambió y empecé a escribir sobre mí mismo y el mundo que me rodeaba, siempre desde un punto de vista frívolo, sencillo, tontorrón o llamadlo X. Listas de chicos potentes, listas de las chicas más guapas del mundo, asesoramiento musical, qué me he puesto para salir… cosas así, tan poquito profundas, pero siempre intentando darle un toque de humor, porque bastantes dramas tenemos ya todos en nuestras vidas. A lo mejor algún día me da por filosofar y por ponerme serio, no os digo yo que no, pero lo que tengo muy claro es que quiero que este blog de ahora en adelante sea un refrito de pensamientos, de sentimientos y de sueños, ideas, bla, bla, bla… Nada concreto, sino abierto a muchas cosas y que a nadie le pille desprevenido. Sin etiquetas. Quiero que nada tenga sentido, que se mezcle todo, igual que si fuera una golosina (quien haya visto “Charlie y la fábrica de chocolate” sabrá el por qué de este comentario y lo entenderá mejor).
Un par de meses más tarde nació mi segundo blog: Proceso Estático. En un principio también existía una idea totalmente opuesta a la actual. Veréis… yo pretendía colgar únicamente imágenes donde, en el caso de aparecer alguien, no se le viera perfectamente la cara y cobrara más protagonismo el resto de la imagen, los objetos, la iluminación, los colores, etc… no tenéis más que echarle un vistazo a mis primeras fotografías posteadas, pero hete aquí que un día, no sé a santo de qué, colgué la primera imagen de mí mismo y me gustó el resultado, ¡YO, que siempre me había negado a exhibirme a través de páginas web y criticaba a cuantos lo hacían!. Tanto es así que abrí un segundo fotolog, gracias al cual también he conocido y sigo conociendo a gente maravillosa. Al principio nadie me posteaba tampoco allí, pero claro, es evidente cuando aterrizas por vez primera en un lugar, que has de darte a conocer. Eso sí, le doy más prioridad a mi segundo fotolog porque la respuesta es más instantánea y la demanda es más grande, mientras que Proceso Estático ha quedado más bien para mi reducido y fiel séquito de bloggers. De más está decir que a día de hoy, tras haber superado mis vergüenzas iniciales, sólo me falta ya mostrarme en bolas… parece mentira.
Y bien… en este mi último post del 2005 no voy a hablar de nada que haga cambiar el mundo, ni de nada que me vaya a otorgar un premio al mejor blog, ni de nada escandaloso, controvertido o sensacionalista. Yo no tengo mucha conciencia social que digamos (sobre todo en lo referente al tema de las manifestaciones), soy absolutamente apolítico, y tampoco defiendo causa alguna, por lo tanto no esperéis que haga ahora lo que no he hecho en todo este tiempo. No. Y no es que el mundo me importe una mierda, EN ABSOLUTO, porque a decir verdad me preocupan muchísimas cosas que ocurren en él, pero lo único que pasa es que elijo no pronunciarme. Voy a hablar de mí para que me conozcáis un poco mejor, y que no sirva de precedente. Tranquilos, que no os voy a hablar de mi familia, ni de cuándo nací, ni de cómo me llamo o de cuáles son mis aficiones, filias y fobias. Nada de eso. Lo mío es muy sencillo de explicar: hace casi dos años y medio terminó la que hasta la fecha podría denominarse como mi primera gran historia de amor. Aún habiendo tenido otras relaciones previas, esta fue la única que me llegó de verdad al alma. Ya sabéis, el primer amor, que es muy duro de olvidar. Dicha ruptura ha marcado un antes y un después en mi vida. Es el punto de inflexión por antonomasia. Es cierto que yo me encuentro mejor ahora, pero a veces me visitan recuerdos y sensaciones amargas, razón por la que ahora me cuesta un poco relacionarme con gente desconocida, abrirme a nuevas personas o confiar en ellas. Razón por la que también mi carácter se ha endurecido y puedo llegar a tener salidas un poco bruscas, pero tranquilos, que siempre me arrepiento de ellas y suelo rectificar y disculparme. La gente que haya pasado por esto supongo que me entenderá. Y no, no es que me esté cerrando al mundo exterior, qué va… es sólo que me cuesta adentrarme de nuevo en él. Creo que a esto se le suele llamar protección, barrera, muro o coraza. Y no, tampoco es una pose para hacerme la víctima, como hacen otros, que se pasan todo el tiempo diciendo que no quieren volver a entregarse a nadie pero en el fondo están suplicando que aparezca alguien especial. No, no y no. Lo cierto es que yo estoy un poco asqueado y desde hace mucho tiempo no he vuelto a sentirme atraído por nadie, ni me he molestado en gustarle a alguien, ni he hecho nada de lo que yo hacía antes: conseguir a quien yo me proponía a base de labia, humor e interés. De modo que mi protección sigue activada, y cuando aparezca la persona ideal seguro que se desactivará, ya veréis. Y no es que me guste todo esto, pero es lo que hay y he aprendido a no forzar las cosas. ¿Pero sabéis una cosa?, que no voy buscando ese momento en el que alguien llegue a mi vida, y aquí es donde reside el gran cambio. Mirad, yo siempre he ido buscando algo, alguien, un ser especial, una persona destinada a mí, la famosa media naranja y demás topicazos. Y es ahora precisamente cuando me doy cuenta que yo puedo ser la naranja entera, al completo, con una estructura suficiente y firme mientras yo quiera que sea así. Y me temo que este es el primer paso para poder mantener una relación sentimental: saber estar solo y no depender de tu pareja. A nadie le gusta estar solo, es obvio, y yo soy una persona súper melancólica y nostálgica, y por ende tengo mis momentos de echar de menos estar con alguien, pero también tengo esa sensación de desencanto propia de las personas que se han sentido engañadas. Así que ahora tengo otras prioridades, como son mi familia y un trabajo, por ejemplo, o mis amigos. Estos casi 2 años y medio de reflexión, aclaración de dudas propias y (re)conocimiento personal me han servido de mucho, ya lo creo. He visto cómo he cambiado totalmente, adaptándome a mi edad actual. Y no hablo de madurez, porque yo no me considero una persona madura, ni tampoco de sabiduría, que tampoco soy Einstein. Hablo de cómo soy ahora. He perdido cosas buenas y también cosas malas, y del mismo modo he ganado ambas cosas por igual. Reconozco mis defectos, no me engaño a mí mismo, y esto es súper importante para mí. Me sincero conmigo mismo, y mira que me ha costado hacerlo porque a nadie le gusta admitir sus derrotas o fallos. De momento tengo un brote negativo y de baja autoestima, pero confío en que acabe pasando. Me estoy regenerando y quiero seguir evolucionando. La cebolla se está pelando, damas y caballeros. Y mientras tanto dejaré que los chicos se acerquen a mí… ¡a ver qué os pensabais!
El 2005 ha sido un año repleto de sinsabores, frustraciones, rechazos, fracasos, peleas y depresiones, como viene ocurriendo desde 2003 (si no es para estar negativo que venga Dios y lo vea). Pero el 2005 también me trajo mi primer y gran trabajo como diseñador gráfico, mi titulación como tal y nuevas amistades. Quizás el mayor logro fue conseguir dejar de fumar de la noche a la mañana, sin habérmelo propuesto ni haberlo planeado de antemano. Yo, tabaquero desde 1993, a cajetilla diaria (a veces un poco más), cumpliré a finales de Enero 1 año exacto como ex fumador. Eso sí, he engordado unos 15 kilos debido al redescubrimiento de la comida/los sabores, pero para mi estatura vienen muy bien. Recientemente vi fotos de hace poco más de 1 año y me sorprendió ver lo escuálido que estaba (¡pesaba 58 kgs!). En mis famosas fotos de “Confessions on a dance floor” podéis contemplar mi nueva figura, sana y saludable a raudales. Y mira que me costó acostumbrarme a ello, porque con estas cosas pasa que un día te miras al espejo y dices “joder, ¿qué me ha pasado, si yo antes era Kate Moss y ahora soy Kate Winslet?”. Pues me costó una depresión… pero bueno, ahora me veo mucho mejor y no quisiera volver a lo de antes. Ah, y que conste que a mí Kate Winslet me parece una preciosidad. Me gustan las pelirrojas...
Algunos de mis propósitos para el nuevo año, aparte del que cité líneas atrás, son:
- Ser menos negativo.
- No adelantarme a los acontecimientos.
- No preocuparme por la opinión de los demás.
- Controlar mi mal carácter.
- Quererme mucho más y darle carpetazo a la baja autoestima.
Y como estos últimos meses me dio por recomendar discos a mogollón, para concluír el último post del año he confeccionado mi top-twelve de canciones favoritas del 2005. Y dice así: en Enero me enamoré de “River man” del genial y tristemente desaparecido Nick Drake. En Febrero no pude evitar caer rendido al “Catch the sun” de los Doves (importante no confundir con Dover, que me parecen infumables). Marzo me vio convertirme en súper fan del “Take me out” de Franz Ferdinand y en Abril, el mes de mi cumple, Aimee Mann volvió a dar en la diana con “I was thinking I could clean up for Christmas”, que para algo es mi artista favorita de todos los tiempos. “London in the rain” de los deliciosos Variety Lab me obsesionó en Mayo, hasta el punto de ponerla cada vez que acababa para escuchar el “I like London-don-don-don-don...” del principio. En Junio descubrí una canción de Xperimental Shop, otro de mis grupos españoles favoritos, a la que no le había prestado atención en su momento, y menudo error: “The sea room”. “Vaquero” de Chico y Chica fue el himno de Julio, y la preciosa “Lay lady lay” de Bob Dylan, reversionada en este caso o, mejor dicho, súper mejorada por mi querido Magnet, lo fue de Agosto. Esthero me entusiasmaron con “That girl” en Septiembre, y el “Landed” de Ben Folds me hizo soñar muchas cosas en Octubre. En Noviembre fue irremediable el flechazo instantáneo con “Forbidden love” de Madonna, y en Diciembre, y gracias al Planeta Murciano, descubrí a Belanova, me hice fan y adoré “Soñar” por encima de todas las cosas.
Gracias a todos por haber puesto parte de vosotros en mi mundo. Yo confío en que esta noche se cierre ya mi ciclo oscuro de una vez por todas y que más allá del camino de baldosas amarillas, al otro lado del arco iris pueda encontrar lo único que pido: felicidad. Y si me he dejado algo en el tintero -que es súper habitual en mí- ya volveré para contarlo.