Dos cervezas, un martini blanco, un ron con limón y un mangaroca con piña más tarde llegué a mi casa rendido y nada mareado (parezco Carrie Bradshaw). Del turco salimos muertos de calor y oliendo a cocina/comida, porque allí son tan modernos que la cocina y el salón están separados únicamente por la barra y, claro, cuando sales es como si tú trabajaras allí, preparando el kebab. Mira, muy mal, pero compensa la comida. Luego llegó la hora del clubbing (ergo: salir de bares). Estuvimos en el bar donde trabaja mi amiga F, en el cual había una fiesta Erasmus y dos cumpleaños al mismo tiempo, por lo que resultó bastante complicado entrar y salir. Del aseo mejor ni hablamos... El ambiente era súper colorido: italianos, ingleses, españoles, quinceañeros, gente de veintitantos... y F, monísima y escultural como de costumbre, poniéndonos copas gratis a nosotros. En un momento dado de la noche me pasó una mini botella de Cacique por el hueco de la barra para que la guardara de recuerdo. Si fuimos a tal bar fue por verla a ella, por presentarla a mis amigos/as, por beber gratis y ya está, porque es el tipo de bar que odio con todas mis fuerzas: ese en el que el dj pincha sólo radiofórmulas, para más inri, españolas (léase, Melendi, Maná, Estopa, Alejandro Sanz, reggaeton, etc...). O sea, un suplicio, razón por la que cuando se trata de salir me lo suelo pensar dos y tres veces, porque sólo tengo 1 par de amigos a los que les gusta lo mismo que a mí y con los que más salgo son precisamente con los que prefieren todo ese pachangueo infumable e insufrible. Claro, que luego vamos al otro extremo, y es que ya tanto rollo moderno-chillout-house en plan bares-lounge o cafés ibicencos ya me toca un poco/bastante la moral, así que no sé qué c*ñ* estoy diciendo, porque al final de la noche acabamos en uno de estos locales precisamente...
Me encanta levantarme los sábados y que el cielo esté nublado, grisáceo y que el viento sea cada vez más fresco. Me encanta cuando llega el otoño porque yo no soporto el calor ni le veo nada atractivo. El caso es que desayuno en el salón de arriba viendo los capítulos de la primera temporada de "Embrujada", que siempre ha sido una de mis series favoritas junto con "La familia Munster" y que adquirí en dvd este verano ante mi sorpresa, porque no sabía nada acerca de que hubiese salido a la venta. Supongo que la habrán reeditado y remasterizado y todo lo que acaba en “ado” con motivo del remake protagonizado por Nicole Kidman. Remake que, por supuesto, no me llama nada la atención ver, porque a mí Nicole Kidman, por mucho Chanel y Galliano que se ponga, con tanta operación en la cara cada vez me inquieta más.
Ya he escuchado “Hung up”, el nuevo single del nuevo álbum de Madonna, “Confessions on a dance floor”. Me ha recordado mucho a lo último que está haciendo Kylie Minogue, o sea, una canción para bailar y que pincharán hasta la saciedad en bares gays y a la que yo le acabaré cogiendo una brutal manía. Por suerte no frecuento el ambiente, al menos no el de mi ciudad. Siguiendo con la música, he conocido a otro grupo nuevo con el que he tenido otro flechazo instantáneo: Acid House Kings, tan setenteros ellos, tan chic y trendies, con unas portadas fantásticas... qué me gusta a mí el rollito retro. La verdad es que llevo una racha impresionante de conocer nuevos artistas musicales, nuevos discos y nuevos/auténticos himnos, bien gracias a Internet, amigos, compañeros de clase o bloggers. A los blogs de Fanmakimaki y Gatchan82, por ejemplo, les doy una doble utilidad: también son mi guía musical e investigo siempre todo lo que aconsejan, lo cual también es un poco problemático ya que a este paso no va a quedar sitio libre en mi casa de tantos discos como hay. El sábado que viene, por cierto, Marlango actúan en mi ciudad, iniciando así su gira de conciertos con motivo de la publicación de su segundo álbum. No voy a poder asistir por una cuestión de no remover mi pasado y no adentrarme en terrenos peligrosos ni tentar a la suerte, a pesar de que sea mi grupo patrio favorito. Las razones de mi no-asistencia permanecerán bajo llave, queridos bloggers...
Toca finde en el campo, y nada mejor que este tiempo nublado y lluvioso para pasarlo allí, con olor a ozono y a tierra mojada. En breve llegarán los findes en los que tendremos que encender la chimenea... ¡cómo me gusta el frío!