19.10.05

Maldito pollo con patatas fritas















La semana pasada ocurrieron cosas un tanto extrañas. El amor parecía estar en el aire... cada vez que leía mi horóscopo el mensaje era prácticamente el mismo: "Un halo de melancolía le envuelve, y gracias a él conquistará a alguien especial", o también "Está a punto de conocer al amor de su vida", o cosas por el estilo, que vale, yo no creo en eso, pero tras los sueños que he tenido y, para colmo, el pollo que me comí el sábado pasado que tenía forma de corazón, pues uno ya se para a pensar en si realmente Cupido está intentando cazarte y eres tú el que se aparta de su camino. O eso o sencillamente estás en el momento y lugar incorrecto, con la persona incorrecta. Todo incorrecto, ¡mola!

En agosto escribí un post acerca de una historia que me había marcado demasiado para mi gusto, esa historia que te tambalea por completo y te hace cambiar para siempre. El caso es que dicho post lo escribí aquí en pleno bajón, en las horas más bajas que podía tener, y una vez posteado me fui a pasar el fin de semana fuera. Estando allí pensé que quizás me había desnudado demasiado, que me había expuesto demasiado y que, como dijo mi querido moderno en un post suyo, esto del blog se supone que sólo era para ponernos (algunos) superficiales y nada profundos. Pero uno es ante todo humano, y tiene sentimientos, y ese día se me vio el plumero... Durante aquel fin de semana en el campo, pensé que a la vuelta a mi casa, si nadie había dejado ningún comentario sería porque mi post no habría sido leído y que, en tal caso, lo eliminaría y así nunca nadie sabría nada, y yo sería el diseñador gráfico que tanto provoca últimamente o que tan glam resulta, o que bla, bla, bla... Y efectivamente no había ningún comentario, así que dicho post fue eliminado. No sé si alguien llegaría a leerlo y al verlo tan personal y tan cargado de sentimientos se vio incapaz de dejar comentario alguno. Como dije el otro día, parafraseando a Bill con relación a Pai Mei, "the consequences still remain unknown".
Soy bastante transparente, aunque por aquí no me sale serlo. Está claro que estoy siendo yo mismo, porque muestro otra parte de mí, aunque es una bastante superficial. Quien se adentra un poco más descubre más rasgos de mi personalidad, y si se sigue quedando es porque le agrada, porque yo ya tengo una edad (y dos) para ir cambiando ahora y ser quien no soy. Puedo evolucionar y mejorar, pero no puedo ser otra persona distinta. No sé si algún día escribiré cosas personales en este blog, o cosas interesantes, ni siquiera sé si este blog seguirá existiendo durante mucho tiempo porque lo actualizo muy de uvas a peras y la gente se debe cansar de comprobar que no hay vida por estos lares. Lo que sí sé es que a veces una persona, movida por la emoción o por algún extraño sentimiento, se expone ad infinitum, llegando incluso a considerar tonterías las cosas que dice... ay mira, ¿yo qué sé?... son las 2 de la mañana y a estas horas uno no está demasiado despierto.
¡¿Pero qué post es éstoooo?!