23.2.07

Inocencia interrumpida (1)

¿Qué ocurre cuando uno encuentra por sorpresa una libreta repleta de dibujos y textos varios de su inocente e ingenua infancia? Que hace un post al respecto como aperitivo de las dos entradas con material súper cómico de esta misma libreta que se publicarán la próxima semana.

Como podéis ver en la primera imagen, mi sentido del diseño de moda ya estaba súper desarrollado. Si no me creéis, fijaos en el vestido de la señorita que reposa en esa especie de chaise-longue (también tenía nociones de decoración, oigs). ¡No os riais, malditos, que ese vestido, si hoy lo hiciera Gaultier, McQueen o Galliano para Dior bien que os gustaría! Debéis prestar atención a esas anclas que lo adornan, y por supuesto a los tacones, que parecen haber sido añadidos un rato más tarde. ¿Y la virgen? ¿Qué me decís de esa virgen lanzarrayos? El perfil sin nariz está basado en las clásicas esculturas grecorromanas...





















Después nos encontramos con una coronación en toda regla. Supongo que representaría a la reina de las fiestas del pueblo, por lo que se puede decir que esta es mi primera incursión artística en el folklore. Mirad qué bonitas las mangas del vestido, todas de perlas y joyas varias, y esos recogidos de las dos sirvientas, sencillamente de lo más vanguardistas. Y ella mira hacia el lado, como haciéndose la tonta ante lo que se avecina. Vamos, con esa actitud de Miss en plan "Muestra sorpresa, muestra sorpresa, muestra sorpresa..."





















Que a mí todo lo que huele a zorra siempre me ha gustado no es nuevo, pero aquí tenemos la prueba de que, efectivamente, me viene de siempre. Año 1985, y el señorito dibuja a una tal Dalila... ¡con dos cojones! Atentos, una vez más, al vestido y complementos.





















Y si hablamos de vestidos, aquí tenéis todo un delirio de volantes, colas, coronas, broches, tules y, como no podía faltar en los 80, melena hacia un lado, como quien no quiere la cosa. No paséis por alto el caracolillo del final. Es una novia made in Lagerfeld, no me digáis. Y bueno, ESA cara... qué miedo.





















Por supuesto, para los más lentos y tontorrones, también tenemos dibujos claramente explicativos.





















La semana que viene más y mejor.