Un buen día, el bueno y calladito de Tom Ford decidió dejarse Gucci tras haber reinventado la mítica firma italiana y haberla dotado de un nuevo status. Dejando atrás también el armario en el que había estado metido, se soltó su inexistente cabellera hasta límites insospechados, dando lugar a apariciones tremendamente repetitivas, aburridas y estudiadas de rebelde de la vida (así como yo, que no paro de criticarlo todo, pero él con más pasta), siendo súper habitual encontrarlo en editoriales de moda posando semidesnudo, o directamente desnudo, y en actitudes provocativas con jóvenes de buen ver (1, 2, 3 y 4). Metido de lleno en el desenfreno que años atrás no le había ofrecido su vida en Texas, pensó que para su primer perfume quería dar la nota, sirviéndose así (suposición mía, por supuesto, a raíz de las imágenes) del inestimable asesoramiento de Cicciolina, Sahara Sands, Peter North y demás colegas del gremio. Y así fue como la moderrrrna de Tom Ford creó esta horrenda publicidad de colonia y ropa interior masculina que, a día de hoy (porque estos anuncios ya tienen su tiempecito) me siguen provocando la misma sensación de rechazo de puro feos y soeces que son. Y es que, como dijo el genio, hoy en día cualquier mierda es arte. ¡Trasss!
Cherry Pie Picnic
Hace 8 años