Algunas cosas sobre Praga que no encontraréis en ninguna guía:
-Tienes que pagar por hacer pis.
-Las cervezas se sirven en jarras de medio litro, están muy ricas y cuestan entre 50 céntimos y 1 euro y medio.
-Los botellines de agua son carísimos.
-Apenas ves a gente fumando en la calle y es súper habitual que lleven un vaso de plástico con café.
-El tranvía es muy difícil de entender. No cogimos ni uno...
-El plano del metro incluye también el del tranvía, por lo que el lío es impresionante.
-La ciudad, a pesar de tener tanto turismo, no está preparada para los visitantes extranjeros: carteles indicativos en checo, estaciones de bus sin identificación alguna, y así un largo etcétera.
-Te puedes volver loco buscando la entrada del metro. Mientras que en las demás ciudades te puedes guiar por las entradas subterráneas y la famosa señal en azul y rojo, en Praga las estaciones de metro están metidas en el portal de cualquier edificio, pasando súper desapercibidas y con una señalética totalmente distinta.
-No es necesario comprarse el abono de transporte público de varios días; las distancias son cortas y puedes ir andando a todas, todas, todas partes.
-Sorprendentemente, se habla español en el 98% de los lugares, así que hay que llevar cuidado con lo de criticar a la gente porque os podéis llevar un buen corte, como me pasó a mí, ya que hay turistas españoles hasta dar asco.
-El inglés que necesitas es el más básico... ¡o ni siquiera eso!
-Pasarás 3.000 veces por las mismas calles, y cuando creas que estás en un sitio nuevo, al doblar la esquina verás que no es así.
-Los supermercados son baratísimos hasta el punto cómico y los bocadillos de pollo rebozado son el mejor invento checo. Las salchichas en versión hot dog son muy famosas también, pero a nosotros no nos gustaron nada.
-El idioma es rarísimo, pero te acaba enganchando.
-La gente no es especialmente afable.
-La ropa de Zara de la Plaza Venceslao cuesta el doble que en España.
-Verás por todas partes al adorable topo Krtek, un personaje checo del que me he convertido en un devoto fan. Y también a Ferdy, la no menos adorable mariquita animada.
-El pan integral sabe a hierbabuena y hay unos panecillos salados con forma de trenza que están muy buenos.
Me da muchísima pereza seleccionar imágenes de entre las casi 1.300 fotos con las que he vuelto a casa, así que sirva esto a modo de aperitivo y ya pondré más imágenes en los próximos días, tanto aquí como en Proceso Estático...