Algunas cosas que debéis saber sobre mí...
Me gusta Letizia Ortiz. Y Carmen Martínez Bordiú. Y Belén Esteban. Y Maggie Smith. Y Rachel Weisz, Diane Keaton, Susan Sarandon y Goldie Hawn. Y Courtney Love. Y Carla Royo-Villanova. Y Angelina Jolie, Drew Barrymore, Christina Aguilera y Lindsay Lohan. Y Paris Hilton y Selma Blair.
No me gusta Brad Pitt, ni Keanu Reeves, ni Mark Van der Loo, ni David Beckham, ni Jesús Vázquez, ni Ruppert Everett, ni Tom Cruise, ni Orlando Bloom. No me gusta el prototipo guapo-oficial-del-momento, ni tampoco el de modelo-de-Calvin-Klein (léase: chico delgaducho, andrógino, sin pelo en el cuerpo, lánguido y anodino). Me gustan Chris Klein y Jimi Mistry. Me gustan los chicos que no suelen gustar a las masas. Es una forma de sentirlos sólo míos.
No me gusta Ana Rosa Quintana, ni mucho menos María Teresa Campos. No considero elegante a Isabel Preysler, ni guapa a Elsa Pataky. No me gusta esa manía que tiene la gente de ponerle nombre a las cosas que poseen (un coche llamado Princesita, un reproductor de mp3 llamado Mini-Yo... cosas así). A los coches hay que llamarlos coches, A los reproductores de mp3, iPod (risas diabólicas). No me gusta el estado actual de Nicole Kidman (su estado ideal fue en “Moulin Rouge!”). No me gusta la prensa rosa, y por ende tampoco me van los programas televisivos de prensa rosa, ni los de sucesos rosinegros (Gente), testimonios y diarios-de-patricias varios.
No me gustan Friends, ni Los Simpson, ni Gran Hermano, ni Operación Triunfo, ni CSI, ni Queer as Folk, ni Mujeres Desesperadas. No me gustan los productos televisivos o musicales por y para gays, y que se piense que por el hecho de serlo ya tengas que tragarte dichos espacios. No soporto a Las Supernenas, ni Embrujadas, ni Buffy Cazavampiros, ni Dawson Crece, ni a Los Serrano, ni a Los Hombres de Paco.
Me gusta Shin Chan, El Laboratorio de Dexter, Pippi Langstrumpf, Los Roper, Embrujada (ojo, EM-BRU-JA-DA, la mítica serie de los 60, no las tres petardas de las hermanas Halliwell), Spatz.
Estoy harto de todos los objetos comercializados con el rostro de Audrey Hepburn y Marilyn Monroe. Me gusta Greta Garbo y Maureen O’Hara.
No me gustan los musicales, pero "Grease", "Annie" y "El mago de Oz" son tres de mis películas favoritas de todos los tiempos. Tampoco me gustan las películas de animación japonesas, pero Miyazaki es, junto a Tim Burton, Pedro Almodóvar y David Fincher, mi director predilecto, amén de la excepción que confirma la regla.
No me gusta el fútbol, ni los deportes en general. No me gustan los animales, salvo tortugas, peces y serpientes. Me gustan los insectos. Los escarabajos, los escorpiones, las arañas, las libélulas, las mariposas... No me gustan las cucarachas, me dan asco. Me aterran las ratas y todo lo que me recuerde a un roedor (canguros, conejos, ardillas, hurones…). Me gustan las águilas y los cuervos.
Me gusta Bimba Bosé, Kate Moss y Karen Elson. Y Victoria Beckham, y Tori Spelling, y cuanto más las critican, más me gustan/las defiendo.
No me gustó "Brokeback Mountain". Tras mucho criticarla accedí a verla hace poco. En mi vida he visto algo tan sumamente tedioso y laaaaaaaaaaaargo. No, nada, FUERA. No me gusta “El señor de los anillos”, no soporto a Tolkien. Prefiero a los “Guardianes de la Noche”.
Me gusta Madonna de morena. Me suelen gustar las chicas que van siempre de rubias y de repente se tiñen de morenas.
Me gustan las fotos de actrices de los años 20 y 30.
No me gusta que la mayoría de las series de TV trascurran siempre en una cocina. No me gustan las cocinas híper recargadísimas de las teleseries estadounidenses, con mil quinientos post-it en la nevera, imanes varios y polaroids pertinentes. No me gustan los anuncios de Coca-Cola, ni mucho menos los de Amena. Me encantan los de BMW y también los de Jean-Paul Gaultier y Lancôme.
Me gusta Letizia Ortiz. Y Carmen Martínez Bordiú. Y Belén Esteban. Y Maggie Smith. Y Rachel Weisz, Diane Keaton, Susan Sarandon y Goldie Hawn. Y Courtney Love. Y Carla Royo-Villanova. Y Angelina Jolie, Drew Barrymore, Christina Aguilera y Lindsay Lohan. Y Paris Hilton y Selma Blair.
No me gusta Brad Pitt, ni Keanu Reeves, ni Mark Van der Loo, ni David Beckham, ni Jesús Vázquez, ni Ruppert Everett, ni Tom Cruise, ni Orlando Bloom. No me gusta el prototipo guapo-oficial-del-momento, ni tampoco el de modelo-de-Calvin-Klein (léase: chico delgaducho, andrógino, sin pelo en el cuerpo, lánguido y anodino). Me gustan Chris Klein y Jimi Mistry. Me gustan los chicos que no suelen gustar a las masas. Es una forma de sentirlos sólo míos.
No me gusta Ana Rosa Quintana, ni mucho menos María Teresa Campos. No considero elegante a Isabel Preysler, ni guapa a Elsa Pataky. No me gusta esa manía que tiene la gente de ponerle nombre a las cosas que poseen (un coche llamado Princesita, un reproductor de mp3 llamado Mini-Yo... cosas así). A los coches hay que llamarlos coches, A los reproductores de mp3, iPod (risas diabólicas). No me gusta el estado actual de Nicole Kidman (su estado ideal fue en “Moulin Rouge!”). No me gusta la prensa rosa, y por ende tampoco me van los programas televisivos de prensa rosa, ni los de sucesos rosinegros (Gente), testimonios y diarios-de-patricias varios.
No me gustan Friends, ni Los Simpson, ni Gran Hermano, ni Operación Triunfo, ni CSI, ni Queer as Folk, ni Mujeres Desesperadas. No me gustan los productos televisivos o musicales por y para gays, y que se piense que por el hecho de serlo ya tengas que tragarte dichos espacios. No soporto a Las Supernenas, ni Embrujadas, ni Buffy Cazavampiros, ni Dawson Crece, ni a Los Serrano, ni a Los Hombres de Paco.
Me gusta Shin Chan, El Laboratorio de Dexter, Pippi Langstrumpf, Los Roper, Embrujada (ojo, EM-BRU-JA-DA, la mítica serie de los 60, no las tres petardas de las hermanas Halliwell), Spatz.
Estoy harto de todos los objetos comercializados con el rostro de Audrey Hepburn y Marilyn Monroe. Me gusta Greta Garbo y Maureen O’Hara.
No me gustan los musicales, pero "Grease", "Annie" y "El mago de Oz" son tres de mis películas favoritas de todos los tiempos. Tampoco me gustan las películas de animación japonesas, pero Miyazaki es, junto a Tim Burton, Pedro Almodóvar y David Fincher, mi director predilecto, amén de la excepción que confirma la regla.
No me gusta el fútbol, ni los deportes en general. No me gustan los animales, salvo tortugas, peces y serpientes. Me gustan los insectos. Los escarabajos, los escorpiones, las arañas, las libélulas, las mariposas... No me gustan las cucarachas, me dan asco. Me aterran las ratas y todo lo que me recuerde a un roedor (canguros, conejos, ardillas, hurones…). Me gustan las águilas y los cuervos.
Me gusta Bimba Bosé, Kate Moss y Karen Elson. Y Victoria Beckham, y Tori Spelling, y cuanto más las critican, más me gustan/las defiendo.
No me gustó "Brokeback Mountain". Tras mucho criticarla accedí a verla hace poco. En mi vida he visto algo tan sumamente tedioso y laaaaaaaaaaaargo. No, nada, FUERA. No me gusta “El señor de los anillos”, no soporto a Tolkien. Prefiero a los “Guardianes de la Noche”.
Me gusta Madonna de morena. Me suelen gustar las chicas que van siempre de rubias y de repente se tiñen de morenas.
Me gustan las fotos de actrices de los años 20 y 30.
No me gusta que la mayoría de las series de TV trascurran siempre en una cocina. No me gustan las cocinas híper recargadísimas de las teleseries estadounidenses, con mil quinientos post-it en la nevera, imanes varios y polaroids pertinentes. No me gustan los anuncios de Coca-Cola, ni mucho menos los de Amena. Me encantan los de BMW y también los de Jean-Paul Gaultier y Lancôme.
