19.10.06

He sido un chico malo





















Tengo unos "amigos" (entre comillas porque no son amigos-amigos a los que llamas cuando estás mal, pero tampoco son simples conocidos; son los típicos para quedar a cenar, echarse unas risas o pasar un finde fuera) bastante peculiares. Son pareja, y él siempre hace lo que ella dice. Estoy seguro de que si ella le propusiera cometer un crimen pasional, él estaría dispuesto. Y no digo esto para demostrar lo calzonazos que resulta este chico, o la poca personalidad que posee, sino porque realmente ÉL ESTARÍA DISPUESTO.

Ella se ha ido ahora a estudiar a Irlanda durante 6 meses, y para una persona que depende tantísimo de su pareja (no os hacéis una idea) esto es lo más parecido a un crimen, pero no pasional precisamente. Yo lo entiendo porque la distancia puede conmigo y no quiero relaciones con nadie que viva a más de 15 o 20 minutos de mí, pero cuando existe tanta dependencia del otro la cosa se agrava aún más, como es su caso.

Es divertido ver como ahora que ella no está, él se acuerda de todos nosotros, y nos llama, y propone cosas, y nos visita en el MSN, cuando antes, todo eso, resultaba absolutamente imposible o, cómo mínimo, increíble (tomando aquí la palabra increíble como algo a lo que no puedes dar crédito, no como algo maravilloso).

Ella se fue sin despedirse de mí. Cuando me enteré, me enfadé mucho. No somos súper amiguísimos, de acuerdo, pero tampoco conocidos. Hemos vivido juntos muchas cosas, y qué mínimo que despedirse, ¿no? Sería lo más correcto, pero claro, según él "ha estado muy liada y no ha tenido tiempo de nada" (¿no puedes venir a verme?, bueno, creo que existe algo llamado teléfono). A lo que iba: me enfadé mucho. Él, obviamente, la defendió hasta el punto de ofenderse y dejarme con la palabra en la boca (el equivalente a colgarte el teléfono, sólo que a través del MSN) cuando yo le dije "con esto queda claro el tipo de amistad que hay". En esto resumo la charla que tuvimos, evitando poner cosas que daría vergüenza ajena leer/escuchar.

Conclusión: me hace rabiar la gente sin personalidad, los que son absorbidos por su pareja/relación y consideran que no hay vida más allá de ella, y peor aún, los que defienden a toda costa a esa persona incluso cuando lo que han hecho está peor que mal. Yo he podido estar muy enamorado de mi pareja, pero cuando ha hecho o dicho algo perjudicial para algún amigo mío, le he cantado las cuarenta. Por eso, damas y caballeros, me alegro en cierto modo de que ahora vaya buscándonos, porque a mí, en cualquier caso, no me va a encontrar. Qué satisfacción... y ella que se prepare cuando vuelva de Irlanda.