24.11.06

Sexismo y religión





















Hace unos 5 años y pico, mi sobrina, en plena jornada de compras con su consumista tío por ciertas boutiques en las que acostumbran a tener un hilo musical tan machacón y elevado que te entran ganas de acercarte al mostrador y pedirte un whisky, emprendió un monólogo que me dejó algo trastocado y que se quedó grabado en mi memoria (más que nada por su edad, no por lo que dijo) en el que vertía críticas sobre la sociedad machista, haciendo especial hincapié en que no lograba entender por qué la historia consideraba a Eva, UNA MUJER, como la culpable por antonomasia de la expulsión del paraíso, la que tuvo que morder la manzana o la que provocó todo lo que ahora nos ocurre. No creo que las monjas del colegio donde estudió le dieran ese punto de vista, así que me sorprendió que una niña de 13 años tuviera ya sus críticas sobre estos temas, en los que a menudo coincidíamos y seguimos coincidiendo a día de hoy. Pero ella es ella y yo soy yo; y yo, por ejemplo, no considero a Eva la primera mujer de la creación, sino a Lilith -creada antes que Eva, pero que huyó porque no quería ser inferior a Adán. En esta leyenda (cierta o incierta, pero lo bastante oculta y oscura como para captar mi atención) queda patente el miedo del hombre a la mujer poderosa, a la fémina inteligente, de ahí que Dios recreara a la mujer bajo un prisma renovado: esta vez ella debía ser sumisa y no tener la fuerte personalidad de Lilith, pero también les salió rana y por su acción ahora existen los dolores de cabeza, las menstruaciones y cientos de cosas más que leí en el "Nuevo Testamento" años ha. Y ese temor del hombre a la mujer inteligente e independiente conlleva a que en los libros poco -o casi nada- se hable de Lilith, que se la borre de la historia, demonizada ad infinitum por la cobardía de los varones ya que imponía mucho que el máximo rival de Adán (equiparable en todos los sentidos) fuese una mujer ni más ni menos. Pero aquí, un servidor, es lo bastante curioso como para investigar sobre lo desconocido. Ah, por cierto, Lilith nació del barro, como Adán, por lo que ya se le dotó de una cierta independencia al no nacer de su costilla, como Eva. A todo esto, ¿por qué se les representa con ombligo si no nacieron de un vientre materno? ¡¿Es acaso Dios una mujer?! Lo dejo ahí...

Pero yo digo una cosa que, seguramente, le haría mucha gracia a mi sobrina: si actualmente Dios "permite" que el mundo gire tan jodidamente mal, ¿por qué no pudo ser él quien desatara el caos del futuro y, por ende, inculpase a una mujer para limpiar su error? No es mi intención debatir cuestiones religiosas ni estar a favor de nadie en particular. ¿Si creo en Dios? Podría ser. No voy a misa, sólo piso una Iglesia cuando la ocasión lo requiere (bodas, bautizos y similares), pero bien es cierto que me gusta adentrarme de vez en cuando en la Catedral de Murcia porque me encanta la atmósfera tan tétrica que se respira; incumplo algunos de los diez mandamientos, no me confieso más que conmigo mismo y con la gente que me apetece cuando -de nuevo- la ocasión lo requiere, los siete pecados capitales están a la orden de mis días (no todos, pero casi), y si creo en Dios es por una simple y única razón: no fuimos creados ayer en un laboratorio; alguien tuvo que hacer todo esto, ser humano incluido, evidentemente. También a veces pienso que si existiera Dios no tendrían lugar tantos desastres e injusticias y que si todos nacimos de la misma pareja (Adán y Eva, porque Lilith se autodesterró antes de parir) por lo tanto somos hermanos y no me cuadra mucho que nos matemos los unos a los otros, como tampoco entiendo por qué extraña razón de una pareja blanca han nacido tantas razas... En fin, la historia deja mucho que desear. No creo en los milagros, pero sí en las casualidades, y ya que dije en el primer poemario que escribí "Si crees en la luz es debido a la oscuridad", no está de más añadir que si en cierto modo creo en Dios y los ángeles, también creo en Satán y los demonios.

Ilustrando este post: “Lady Lilith”, de Dante Gabriel Rossetti, uno de mis pintores favoritos.