22.6.06

Diario de un verano en la ciudad (1)














Ayer empezó el verano y ya estoy muerto del asco. Escuchad, yo no tengo nada en contra del verano, salvo el calor, que puede conmigo. Mis amigos dicen que soy un exagerado, pero ya me gustaría a mí que pudiérais tocarme; comprobaríais que mi temperatura corporal está muy por encima de los mínimos, pero muuuuy mucho, y de hecho hay gente que ha saltado de inmeditado cuando le he puesto una mano encima. De modo que ese es el motivo por el que cuando hace un poco de calor yo lo pase tan y tan mal. Soy la antorcha humana, sí, aunque no estoy tan bueno como Chris Evans. ¡Aquí iba a estar yo!

¿Cómo celebré la entrada del verano? Pues yéndome de tiendas a las 18:30 de la tarde, sí señor, ¡¡¡con un par!!! Y además fue uno de esos días en los que tienes que ir a sitios que pillan en la otra punta de la ciudad, y vas andando, y sudando a tope, en plan peli porno, y ni las charlas/risas con tu acompañante surten efecto. Una y no más, gracias... Eso sí, se agradece (no sabéis cuánto) ver a tanto chico mono en pantalón corto y sandalias, con lo súper fetichista que soy yo para estas cosas, ayssss.

Compré esto, esto otro, está claro que esto debía ser mío, y esto ni te cuento, esto también y, por supuesto, esto a modo de bonustrack. Si a eso le añadimos 3 camisas monísimas y una crema de fragancia corporal con aroma a flan de vainilla y caramelo, pues qué queréis que os diga, que soy un maldito consumista. Sé perfectamente lo que estará pensando mi amiga G, asidua lectora de Rayos D, en un contexto que sólo nosotros entendemos: "El maquillaje de hoy es el hambre de mañana", pero chica, ¡es que no puedo evitarlo, oyesss!

Ayer también fue el primer día que me di la primera ducha del verano con agua totalmente helada. Cuando llega el calor acostumbro a cambiar todo lo que produce ídem, léase, duchas con agua templada, cappuccinos, etc... en su lugar, zumos, yogures para beber o granizados. Y aunque vaticiné hace algunas temporadas, como gurú del estilo que soy, que el bronceado estaba ya súper demodé, he decidido hacer caso omiso a mis sabias palabras de chico trendy de tres al cuarto y ponerme moreno. Esto a mis amigas G y H LAS encantará porque en breve tenemos finde playero si no cambian las cosas. Y sí, el laísmo era a propósito, que a nosotros nos hace mucha gracia.

He pasado una racha de estar despegado de las bitácoras y no dudo acerca de su retorno, porque esto he descubierto que es así: unas veces estás más into the blog y otras más bien into the groove y te tiras a la calle a tomarte unos chorros y pasas del pc. Yo, parafraseando al Sr. Skyzos, creo que la vida está para vivirla.

Seguiremos informando desde este nuevo diario veraniego, que la temporada sólo acaba de empezar......