De todos es sabido que la mente es una grandísima caprichosa que suele magnificar los recuerdos con el tiempo. Así, tras una dolorosa separación sentimental en la que uno lo ha pasado muy mal, la mente te dice que, vale, lo pasaste mal, pero tampoco fue para tanto, cuando en realidad estuviste hecho unos zorros auténticos y sólo querías morirte. O aquella persona a la que recordabas tan especial y bella, al volverte a encontrar con ella descubres que no era para tanto. O aquel lugar que tantísimo te gustaba y tan bien te hacía sentir, al volver a él decides que era un sitio de lo más normal y corriente sin interés alguno. O, y de esto trata de este post, de ciertos programas de televisión que veías de niño y que en tu memoria quedaron como maravillas de su época que ahora, al visualizarlos gracias a reediciones o Internet, te resultan cuanto menos aburridos.
El otro día hablaba con alguien de mi círculo acerca de todo ésto. Veamos qué ocurrió:
Yo: "Me saqué de la biblioteca un par de dvd's de La Bola de Cristal y te puedo asegurar que los pasé con el mando prácticamente enteros"
Él: "¿Me estás diciendo que lo tenías magnificado en tus recuerdos y que al verlo en la actualidad te aburriste tanto como yo cuando volví a ver Ulises XXXI recientemente, que me volvía loco en mi infancia y me parecía lo más de lo más?"
Yo: "Exactamente. Igual que también me ocurrió con V"
Tantísimos años esperando a que editaran a los lagartos en dvd y cuando al fin llegó a mis manos la colección completa me desinflé más de lo que yo pensaba. Supongo que con
La Bola de Cristal me pasó ídem de lo mismo. Será, tal vez, porque se trata de productos que en su época nos parecían súper novedosos y transgresores y que, a día de hoy, no enseñan nada nuevo, sino que resultan más bien tontuelos y lentos.
Él: "Yo es que creo que estoy harto ya de todo"
Yo: "De vuelta de todo y nada nos sorprende, ni siquiera ciertas cosas que de niños nos impactaron"
De modo que quité
ipso facto los dvd's y decidí que prefería vivir del recuerdo y considerar dicho programa como el que más me inspiró y entretuvo en mi infancia. No obstante no experimenté dicha sensación de decepción cuando volví a ver la serie completa de
Pippi Langstrump o
Barrio Sésamo. ¡Menos mal! Alguien también me dijo en una ocasión que su recuerdo inmejorable de
"Verano Azul" había cambiado justo el mismo momento en que TVE reprogramó por 10ª consecutiva los capítulos de tan veraniega serie y que todo, absolutamente todo, era la mar de cursi y casi de vergüenza ajena. Ya véis, las opiniones cambian...
Y una cosa lleva a la otra, y hablando de la bola no puedo evitar mencionar a Alaska, que desde aquel entonces se convirtió en mi ídolo hispano. Un ídolo que con los años sí que se ha ido desinflando a base de trabajos musicales que nada me interesaban, de amistades peligrosas que llegaban a hastiar (léase, Terremoto, Nancys, Prohibida, Roberta, etc.) y de una última y tediosa obsesión hacia el lujo y la demostración pública de (parafraseándome a mí mismo)
"cuán solventes somos económicamente". Alaska ha pasado de ser la mujer más vanguardista de este país a ser, ni más ni menos, y como ella dijo a las cámaras en el último Orgullo Gay,
"un maricón más". Y no me extraña, porque como le decía a esa otra persona con la que mantuve el diálogo de líneas más arriba, Fangoria empezó haciendo un trabajo sublime que apenas tenía seguidores pero que a mí me resultaba interesantísimo y súper experimental, tanto musical como artísticamente (esas portadas de
Ipsum Planet y
Rafamateo). El dinero no era su dios, como ellos decían, y arriesgaban muchísimo más que ahora, que han terminado convirtiéndose en un grupo mariquita con letras de rima facilona que tratan tópicos mariquitas: criticar a todo Dios, dirigirse en femenino al sexo masculino, hacer referencias tan sobadísimas y pasadas de rosca a la frivolidad, el exceso, los retoques de cirugía, salidas del armario, las travestis, las borrachas, las drogadas, las cabareteras...... La innovación se ha ido al carajo y hemos pasado a ser absolutamente corrientes y molientes. Un grupo más, en definitiva. Y más es menos, como reza el título de esta entrada. De todas maneras, y como buen contradictorio que resulto, sigo teniendo cierto interés en probar su música, saber de sus vidas, ver a dónde van o de dónde vienen, aunque luego lo utilice todo para criticarlos de lo lindo (soy muy crítico, SÍ, el jovencito
Peñafiel, pero debéis saber que por mucho que yo critique algo, luego lo acabo haciendo :P).
Ya se ha estrenado el nuevo vídeo de su próximo single,
"Más es más", y reconozco que no me ha satisfecho. Creo que llevan ya bastantes años sin hacer un single que me guste, así que este no iba a ser una excepción. Pero mira tú por dónde yo pensé que tanto secretismo, tanto Londres, tanto color negro, tanto productor nuevo, tanto cambio de look capilar y bla-bla-bla nos iban a traer algo distinto también musicalmente hablando, y me vengo a encontrar con una segunda parte de
"Criticar por criticar". ¿Para eso cogéis a los de Sigue Sigue Sputnik como productores? Pfff... no sé cómo será el resto del disco, pero como sea igual que este sencillo me lo compraré cuando ya esté a 5 o 6 euros, hijos. Dicen por ahí que la canción es muy Nancys Rubias, y que a ellas les hubiese quedado de fábula. Pero es que a mí no me gustan las Nancys, o sea que......
Para concluír os muestro la portada del single,
inspirada en copiada hasta la médula de un diseño de Andy Warhol (derecha), que más bien parece del estupendo
Aramburu:
Súper soso el diseño, por cierto. El vídeo
aquí, para quien aún no lo haya visto en cualquiera de los 102.003 fotologs o facebooks que lo han colgado. Y eso sí, algo bueno tenía que tener este retorno, y es que ya tenía yo ganas de que Olvido se olvidara de su aburrida melena naranja y volviera al color con el que tanto me gustó en
"Fan fatal" y
"Salto mortal". Hemos dicho.
Por mi parte me voy el lunes a Madrid a seguir con mis planes de desembarco. Dejo programadas algunas entradas tanto aquí como en mis otros blogs para que se vayan actualizando ellos solitos. Allí carecemos de conexión a Internet y no podré actualizar, lo cual nos permite ver que hay un mundo más allá, donde más sí que es más. ¡Hasta pronto!