6.5.07

Crónicas marcianas

Debido a la cantidad de borradores que he escrito y que no han terminado de convencerme, y puesto que si lo sigo alargando se me juntará con la crónica de la nochevieja del 2032, he optado finalmente por hacer uno de mis posts gráficos que ilustren el maravilloso puente que pasé en Madrid junto a Gunillo, Miss Ketchup y otras personas anónimas. Anda ya...

Todo empezó el viernes 27 de abril con un cartel fucsia diseñado por Miss Ketchup, anunciando la llegada de Miss Murcia a Atocha... fue muy fuerte, chicos.

487131359_2142d2a9c1_o

Y tras una cena a base de kebabs y la llegada de diversas personas con las que enseguida me sentí como en casa, dio comienzo el botellón en la estupenda calle Alcalá. Qué me gusta a mí un Cacique (bueno, y un lo que sea...) y un tirarme al suelo junto a Miss Ketchup para montarnos nuestro propio botellón... ¡así como ir conjuntadísimos sin comerlo ni beberlo!

487131421_2caf5b8eed_o

viernes03

Y aquí con mi anfitrión, Gunillo, con pantalones casi casi casi a juego, como no podía ser de otra manera...

487131433_9ddb78917e_o

Muchas risas, mucha música y mucho departir con todo el mundo hacen que a uno se le acabe viendo el plumero (para no variar en las fiestas a las que asisto) y caiga en viejos vicios olvidados y en otros que siguen vigentes, ¡ays!

viernes05

487131437_c9f25619b5_o

Después del divertidísimo botellón, el cual concluyó pasadas las tres de la madrugada, nos fuimos en varios taxis a Morocco. Y no os podéis hacer una idea de lo que me gusta a mí un viaje en taxi cuando uno ya está borracho y ha hecho tan buenas migas con la gente... En Morocco, entre otras muchas peripecias, nos montamos unos numeritos bastante cabareteros. Aquí, en la foto, Miss Ketchup y Gunillo en plan vicetiple.

487136303_81e41ed910_o

El sábado, Gunillo me llevó a comer a un restaurante mexicano bastante peculiar y kitsch, Barriga Llena, donde comimos, entre otras maravillas, flautas de pollo y enchiladas potosinas. La camarera que nos atiende es clavada a Paola Santoni. Una espectacular tormenta estalla mientras bebemos la última Coronita, pero por suerte todo vuelve a la normalidad cuando salimos a la calle.

sábado01

sábado02

Un paseo por Chueca únicamente para acceder a dos comercios maravillosos: una tienda para sibaritas, cuyo nombre no recuerdo, bastante chic y regentada por un francés, donde me dejo una pasta en 4 botellitas de agua OGO (sólo Mara sabía lo mucho que necesitaba tener esa bonita botella). La otra tienda es la absolutamente fascinante Xocoa. ¡Ñam Ñam! Visitamos la curiosísima Calle Pez, plagada de establecimientos perdidamente estrafalarios (Modas Sardina, Peluquería Nancy...) donde entrar a uno de ellos equivale a estar en otro mundo: el más absurdo que hayas visto en la vida. Nos encantan las tiendas de cómics y muñecos de diseño de los que yo colecciono y en los que me vuelvo a dejar otra pasta. Conocemos a "La mujer que vive por encima de La Moda" y nos reímos a mandíbula batiente con un fanzine, máximo exponente del mundo absurdo que estamos viviendo en ese momento, en cuya portada aparece ni más ni menos que mi dodo. La última visita es a una tienda donde venden ropa, discos y demás merchandising blaxploitation, género y estética que nos encanta a ambos. Tras un más que ameno paseo por el mercado de Fuencarral, acudimos a ver las 150 Barbies que se exponen en El Corte Inglés.

sábado03

sábado04

Una estupenda cena en el cuarto de Gunillo a base de pizza y vino rematan el día. Bueno, eso y el visionado del dvd de "Barbarella", regalo de un servidor. Domingo toca visita a La Latina y sus estupendas terrazas y zonas de tapeo. Es algo que me encantaba hacer durante mi época granadina, así que recibo el plan con igual alegría que el resto de planes propuestos a lo largo del viaje. Nos unimos a las Pandoras, que me caen tan bien como las demás personas conocidas. En todo momento tengo la sensación de no ser un desconocido ni alguien nuevo para ellos. ¡Qué me gusta una integración! Comemos en La Burbuja que Ríe, un asturiano para chuparse los dedos. Mi taburete tenía un agujero en el centro por el que alguien estuvo a punto de hacerme un fist fucking... Luego, Martinis rojos en Lamiak...

487136375_811616a9d7_o

... y gin tonics y pinchos de tortilla en La Sixta, donde las conversaciones se tornan cada vez más y más interesantes.

domingo02

El lunes amanecemos dignos de foto, a pesar del tiempo, y luego miro por la ventana para emular a Gunillo y espiar (con todo el descaro del mundo) a sus dos vecinos chulazos...

487137857_5c8f2679a4_o

lunes02

Por supuesto, no todo son fotos, que yo también colaboro en casa y le limpio a Gunillo su cocina, pero claro, siempre muy en mi estilo castigador-porno-eyaculador...

lunes03

Por la tarde volvemos a Xocoa a comprar más chocolate, y al mercado de Fuencarral para adquirir más muñecos de los que venden en Kid Robot (los monísimos conejitos customizados). De camino a la Fnac nos topamos con Marta Sánchez y Paco Lobatón. Una vez en dicha tienda, para más INRI, coincidimos codo con codo en diversas secciones con David Delfín, que va acompañado de un chico que le hace propaganda en camiseta y bolso. Patético. Voy bebiendo de mi agua OGO y Gunillo asegura que lo hago para impresionar al diseñador. ¡Será posible! Por la noche, la tristeza por tener que marcharme al día siguiente a Murcia, me bloquea durante un rato y se me quitan las ganas de salir. Por suerte reacciono a tiempo y acabo viviendo una de las mejores noches de mi vida. Nos metemos en el Chik, que está junto a casa, y pasamos unas 5 o 6 horas hablando sin cesar. A la vuelta, en la portería del edificio, vuelvo a caer en el vicio perdido, nos pulimos una gran sesión de fotos y conversamos hasta las tantas...

487137891_75fcdd659a_o

487137899_543753cf9c_o

487139551_a4baabc5df_o

Y la noche no puede concluír sin comparar el color de nuestros ojos en el ascensor, de camino a casa...

lunes07

lunes08

Por desgracia llega el último día, el martes 1 de mayo, y la tristeza se apodera de mí, la muy perraca. No obstante aprovechamos mucho el tiempo hasta las 19:20, y leemos juntos por última vez la dedicatoria del libro que le he regalado a Gunillo.

martes01

¿Y cómo se puede poner un broche de oro a semejante viaje? Es fácil: una última foto en plan guapetones ¡y un cepillado de dientes al unísono! Y es que, queridos amigos, es súper importante una buena higiene bucal...

487139575_bd07d7cb5e_o

487139581_fa199c668b_o

Conclusión: mis expectativas se han visto superadas con creces, y me quedo corto.