11.5.07

Ahogamiento













Yo siempre he sido una persona de no saber iniciar relaciones personales con nadie debido a mi timidez. Me refiero a dar yo el primer paso, a acercarme a alguien, porque cuando hay una presentación previa por parte de otra persona yo puedo llegar a ser el más social de todos. Hace tiempo, para la gente a la que le cuesta tanto esto, existían los amigos por carta. Te comprabas revistas de música y veías anuncios de gente con los mismos gustos que tú, y hala, a cartearse se ha dicho, porque mira que siempre me ha costado encontrar a gente afín a mí en cuanto a música, estética, cine y demás... ¡lo más grande! Hoy en día, aunque tengo mi timidez prácticamente vencida y ya puedo entablar conversación con cualquier persona que esté guardando cola en Bershka (xD), lo de cartearse ha dado paso a las relaciones por Internet, y sobre todo, a los blogs.

Bien, la historia que hoy os voy a contar de cara al finde es sencilla, y tiene su moraleja y todo. Y dice así...

En la época de las cartas, hace muchos años ya, conocí a una chica de Badajoz con la que coincidía prácticamente en todo, incluso en las top-models (que eso une mucho, anda). La chica en cuestión no tenía amigos, o si los tenía no eran precisamente amigos, sino personas que cuando no tenían nada mejor que hacer entonces recurrían a ella, o estaban emparejados o vete tú a saber. A estas personas lo que les pasa es que cuando aparece alguien nuevo en su vida, de buen rollo y con pinta de buena gente, se agarran a ellos como a un clavo ardiendo y enseguida empiezan a decir que son sus mejores amigos, que los quieren mucho, que no pueden vivir sin ellos, etc... En definitiva, a exagerar los sentimientos, a hacer que todo parezca muy, muy, muy apresurado, y para mí, en cuestión de emociones, las prisas y querer tirarlo todo enseguida por la ventana es sinónimo de falsedad. La atmósfera es agobiante, y lo peor es cuando empiezan a pedirte explicaciones por cosas que haces o dices, o a que no les des de lado nunca en la vida. ¿Pero cómo se puede dar de lado a una persona que es únicamente alguien con quien te carteas y nada más? No es de tu familia, no es amiga tuya, no es de tu entorno, por lo tanto, no se pueden exigir ciertas cosas.

Desaparecí de su vida, y me costó mucho quitármela de encima. Por suerte no existían los móviles y el teléfono de casa no solía darse así como así, pero la experiencia fue nefasta e hizo que me comiera mucho la cabeza. Hago este post porque hace cosa de un par de años me volvió a ocurrir exactamente lo mismo, pero sin cartas ni Internet de por medio, sino en persona, cara a cara, y cada vez que me acuerdo tiemblo de miedo. Hay gente que opina que un poco más y recreo aquella escena famosa de "Atracción fatal" en la que Glenn Close mata al conejo de la hija de Michael Douglas y lo mete en la olla para que lo descubran mientras cocinan...

La moraleja de esta mini historia es la siguiente: por mucha complicidad que tenga contigo, por muy bien que nos llevemos, por mucho que nos riamos y por mucho que charlemos, nunca, JAMÁS, te tomes conmigo más confianzas de las estrictamente necesarias ni me empalagues con tantas muestras de cariño súper exagerado y dramático, porque resulta todo muy acelerado, fingido y agobiante. Me gusta respirar y soy bastante individualista. Y que nadie se me dé por aludido, ya que esto es únicamente una declaración de principios. Las relaciones, si van lentas, poco a poco, y de un modo consecuente (a fin de cuentas nos conocemos sólo de un blog, o por carta, y no puede haber taaaaaaaaaaanto), mejor que mejor. Así que seguid este texto al pie de la letra y utilizadlo a modo de guía.

Gracias y buen finde a todos.