República Checa ilustrada. Día 5: Karlovy Vary.
Un bonito pueblo a las afueras de la República Checa, famoso por su festival de cine y sus aguas termales. Es perfectamente normal ver a todo el mundo comprando jarras para beber el agua de sus fuentes. Beee beeeeeee....
Por otro lado, he traído tantísimas y tan bonitas fotos que creo que se me ha ido bastante la pinza a la hora de sintetizar la crónica del viaje. No esperéis que vuelva a hacer algo tan extenso con mi inminente viaje a tierras alemanas ni con futuros proyectos turísticos.
Lo que más me gustó fue el bosque que había alrededor y del que, desgraciadamente, pude disfrutar poco porque teníamos que regresar a Praga. Eso sí, antes de irnos, Gunillo se encargó de grabar nuestros nombres en un árbol de tan bonito lugar, que parecía sacado de las películas de espada y brujería que veía yo de niño.
Fin.
Lo que más me gustó fue el bosque que había alrededor y del que, desgraciadamente, pude disfrutar poco porque teníamos que regresar a Praga. Eso sí, antes de irnos, Gunillo se encargó de grabar nuestros nombres en un árbol de tan bonito lugar, que parecía sacado de las películas de espada y brujería que veía yo de niño.
Fin.