Sigüenza. Guadalajara.
Sigüenza es ciudad de la provincia de Guadalajara (España), situada en el alto valle del río Henares, conocido como el "valle de Sigüenza". Estratégicamente emplazada sobre el valle — etimológicamente su nombre significa ‘la que domina el valle’ — cumplió una gran función defensiva durante la Edad Media. Sin embargo, se cree que su primitivo emplazamiento estuvo en la otra orilla del río, sobre el cerro del Mirón, donde se han encontrado restos de asentamientos humanos de la Edad del Hierro. En la época romana la ciudad fue un importante centro de comunicaciones, ya que se encontraba sobre la calzada del Henares.
En tiempos de los visigodos su crecimiento continuó alrededor del núcleo central fundado por los romanos. Durante la dominación musulmana el castillo, antigua torre de vigilancia, se convertiría en medina y la Sigüenza baja conservó sus iglesias, donde a los cristianos se les permitía practicar su religión y sus costumbres. Durante la Edad Media, la ciudad, debido a su privilegiada posición dominante, tuvo un destacado papel defensivo, además de recuperar su sede episcopal. Hacia 1123 el obispo don Bernando de Agén, tras haber reconquistado la ciudad, inició las obras de la que sería la catedral que obispos posteriores continuaron hasta que se finalizó en el siglo XVI. La historia de esta ciudad, que conserva su trazado medieval, ha estado influenciada durante seis siglos por su obispado, dejando la impronta religiosa tanto en su desarrollo cultural y económico como artístico.
En tiempos de los visigodos su crecimiento continuó alrededor del núcleo central fundado por los romanos. Durante la dominación musulmana el castillo, antigua torre de vigilancia, se convertiría en medina y la Sigüenza baja conservó sus iglesias, donde a los cristianos se les permitía practicar su religión y sus costumbres. Durante la Edad Media, la ciudad, debido a su privilegiada posición dominante, tuvo un destacado papel defensivo, además de recuperar su sede episcopal. Hacia 1123 el obispo don Bernando de Agén, tras haber reconquistado la ciudad, inició las obras de la que sería la catedral que obispos posteriores continuaron hasta que se finalizó en el siglo XVI. La historia de esta ciudad, que conserva su trazado medieval, ha estado influenciada durante seis siglos por su obispado, dejando la impronta religiosa tanto en su desarrollo cultural y económico como artístico.