Soy un artista y quien me conoce lo sabe. Durante años me he quitado méritos, abusando de falsa modestia, y creo que ha llegado el momento de reconocer y aceptar que soy bueno en lo mío. Por alguna extraña razón siempre me ha sonado pretencioso referirme a mí mismo como artista, pero si tomamos como definición del vocablo la que aparece en el diccionario, tendremos que artista es aquella persona que ejercita alguna arte bella o que está dotada de la virtud y disposición necesarias para alguna de las bellas artes, justo lo que a mí me ocurre.
Es algo innato, lo llevo en la sangre. El arte ha formado parte de mi familia, desde primos músicos hasta tíos pintores, sin olvidarme de mi referente más cercano en cuanto al arte multidisciplinar se refiere: mi hermana, que lo mismo te pinta un lienzo al óleo, que te dibuja un carboncillo, te diseña/corta/cose un vestido, un cuadro de punto de cruz o una maqueta divina de casa de muñecas. Y ella fue la encargada de pulirme... De pequeño ganaba todos los concursos habidos y por haber en el colegio, y siempre era elegido el representante de la clase cuando se trataba de hacer algún mural o cartel. Me encantaba ese protagonismo, pero no soportaba que la gente me pidiera dibujos. Algo que se ha ido repitiendo a lo largo de la historia.
Te pinto un lienzo (lo que menos, porque me parece súper aburrido) y también acuarelas multicolores, te dibujo una señora pornográfica o una princesa de cuento, te escribo una novela o un poemario, te hago un reportaje fotográfico, te diseño una colección entera de ropa, te sirvo de estilista y mil cosas más. Con lápiz o rotuladores, con bolígrafo o Pilot, con estilográfica o tizas. Si supiera cocinar, planchar y poner la lavadora sería el chico perfecto, pero no es así. A joderse. No obstante suplo con mi lengua todo aquello que me falta.
El arte, la creación, están o no están. Esto no se enseña ni se aprende. Puedes desarrollar unas cualidades artísticas y creativas, aprender a hacerlo bien, que te enseñen a usar un programa informático, pero, en definitiva, esto es como la clase: se tiene o no se tiene. No estoy diciendo que nadie pueda dedicarse a esto, o instruirse para hacerlo, pero si no hay vocación... Conozco a gente que de repente han decidido ser diseñadores gráficos (por poner un ejemplo de profesión artística); de acuerdo, lo han estudiado, han aprendido a usar los programas necesarios, pero luego ves un diseño suyo y se te cae todo al suelo... pero en el mal sentido, claro está (con las titulaciones de la UCAM no te regalan el don del estilo). Siempre he considerado que una persona debe nacer con ello, razón por la que me cabrea que ahora haya tanto intrusismo, que cualquiera se considere artista y que cometan semejantes aberraciones con el Photoshop, que para un ratito está bien, pero nunca para el día a día y muchos menos para todo lo que hagas. Por ese motivo he abandonado temporalmente mi fotolog, porque ya todos somos fotógrafos y diseñadores y esto no puede ser, señores, porque está claro que todo el mundo puede hacer lo que quiera, y probar cosas nuevas, pero cuando algo se desborda, agota al que siempre ha estado ahí. No sé si me entendéis. Lo que sí sigo llevando a cabo es mi pequeña galería de arte Proceso Estático. Esta vez anunciando novedades: todo lo que expongo está a la venta. Así que ya sabéis, aquello tan célebre que rezaba más o menos así: "Para que el arte sea siempre un placer y nunca un tormento, ponga su dinero donde está el talento".
Es algo innato, lo llevo en la sangre. El arte ha formado parte de mi familia, desde primos músicos hasta tíos pintores, sin olvidarme de mi referente más cercano en cuanto al arte multidisciplinar se refiere: mi hermana, que lo mismo te pinta un lienzo al óleo, que te dibuja un carboncillo, te diseña/corta/cose un vestido, un cuadro de punto de cruz o una maqueta divina de casa de muñecas. Y ella fue la encargada de pulirme... De pequeño ganaba todos los concursos habidos y por haber en el colegio, y siempre era elegido el representante de la clase cuando se trataba de hacer algún mural o cartel. Me encantaba ese protagonismo, pero no soportaba que la gente me pidiera dibujos. Algo que se ha ido repitiendo a lo largo de la historia.
Te pinto un lienzo (lo que menos, porque me parece súper aburrido) y también acuarelas multicolores, te dibujo una señora pornográfica o una princesa de cuento, te escribo una novela o un poemario, te hago un reportaje fotográfico, te diseño una colección entera de ropa, te sirvo de estilista y mil cosas más. Con lápiz o rotuladores, con bolígrafo o Pilot, con estilográfica o tizas. Si supiera cocinar, planchar y poner la lavadora sería el chico perfecto, pero no es así. A joderse. No obstante suplo con mi lengua todo aquello que me falta.
El arte, la creación, están o no están. Esto no se enseña ni se aprende. Puedes desarrollar unas cualidades artísticas y creativas, aprender a hacerlo bien, que te enseñen a usar un programa informático, pero, en definitiva, esto es como la clase: se tiene o no se tiene. No estoy diciendo que nadie pueda dedicarse a esto, o instruirse para hacerlo, pero si no hay vocación... Conozco a gente que de repente han decidido ser diseñadores gráficos (por poner un ejemplo de profesión artística); de acuerdo, lo han estudiado, han aprendido a usar los programas necesarios, pero luego ves un diseño suyo y se te cae todo al suelo... pero en el mal sentido, claro está (con las titulaciones de la UCAM no te regalan el don del estilo). Siempre he considerado que una persona debe nacer con ello, razón por la que me cabrea que ahora haya tanto intrusismo, que cualquiera se considere artista y que cometan semejantes aberraciones con el Photoshop, que para un ratito está bien, pero nunca para el día a día y muchos menos para todo lo que hagas. Por ese motivo he abandonado temporalmente mi fotolog, porque ya todos somos fotógrafos y diseñadores y esto no puede ser, señores, porque está claro que todo el mundo puede hacer lo que quiera, y probar cosas nuevas, pero cuando algo se desborda, agota al que siempre ha estado ahí. No sé si me entendéis. Lo que sí sigo llevando a cabo es mi pequeña galería de arte Proceso Estático. Esta vez anunciando novedades: todo lo que expongo está a la venta. Así que ya sabéis, aquello tan célebre que rezaba más o menos así: "Para que el arte sea siempre un placer y nunca un tormento, ponga su dinero donde está el talento".